"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

viernes, diciembre 15, 2006

Memoria histérica y clase política

Ayer la mal llamada "Ley para la Memoria Histórica" superó por los pelos su primer trámite parlamentario, con los votos de PSOE, CiU y PNV. Los dos partidos nacionalistas avisaron: simplemente han votado a favor porque quieren que se debata, no porque estén de acuerdo, lo que en lenguaje nazionanista quiere decir que "depende de lo que te saquemos a cambio".

El PP pidió la retirada del guerracivilista proyecto y ERC y los comunistas, que también votaron en contra, afirmaron que no era lo bastante rupturista. Quieren más. Pretenden anular todos los juicios dictados en época de Franco. No sé si también el juicio por la tortura y el asesinato de Nin, celebrado en época franquista (el fiscal franquista fue el papá de Peces Barba).

Los tarados de ERC llegaron a afirmar en sede parlamentaria que el Rey tenía que pedir perdón por los crímenes cometidos durante la dictadura (¿Y qué pintará en todo eso el Rey?). Bueno, Majestad, esto es lo que pasa cuando se se le dice a uno que va a Perpignan a reunirse con terroristas eso de "hablando se entiende la gente". Pues hala, a entenderse...

¿Por qué la soledad del PSOE cuando esta ley es una ley frentista, carca, guerracivilista y que vuelve a dividir "a lo Peces Barba" a los españoles en buenos y malos? ¿Es que acaso valen más los asesinados por Franco que los miles de asesinados en el genocidio de Paracuellos? En realidad esta ley es fuego artificial para tapar la falta de programa y de proyecto de la izquierda. La incompetencia y el fracaso de un ZP acorralado por la ETA y sus socios radicales. Una ley sectaria que no puede traer nada bueno para nuestro futuro.

La memoria colectiva, sencillamente, no existe. Es mentira. La memoria histórica no es más que cómo cada uno de nosotros recuerda algún hecho del pasado. Y los recuerdos, señores y señoras, no son colectivos. Esto lo saben bien quiénes se dedican al derecho penal o a combatir el crimen: cite usted a dos testigos y jamás sus declaraciones sobre un mismo hecho coincidirán. Cada uno recuerda la feria según le va o según le impresionó o...
Entonces ¿qué memoria pretenden elevar a categoría de ley? ¿La de ZP y sus secuaces? Por eso, esta ley se basa, directamente, en una gran mentira y es de un sectarismo atroz.

Uno de los argumentos de la izquierda para defender esta ley es que hay que reparar la memoria de los asesinados por la dictadura porque jamás se ha hecho. Pues bien, en el año 2002, siendo José María Aznar presidente del gobierno, la cámara de los diputados aprobó, por unanimidad una condena del franquismo y un reconocimiento a sus víctimas. POR UNANIMIDAD.

Vean:


Todos los grupos del Congreso han acordado por unanimidad una resolución de reconocimiento moral de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo, que insta al Gobierno, entre otras cuestiones, a poner en marcha de forma urgente una política de protección económica y social de los exiliados.


Además, pide que los 'niños de la guerra' recuperen la nacionalidad así como
sus descendientes directos.


El acuerdo, alcanzado en el seno de la comisión Constitucional de la Cámara Baja, incluye una "condena y repulsa" del uso de la violencia "para imponer convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y a la dignidad de todos los ciudadanos"

Los grupos parlamentarios, cuyos portavoces destacaron que este acuerdo se produce 27 años después de la muerte de Franco, incluyen en la resolución que este esfuerzo de reconocimiento no debe servir "para reavivar viejas heridas o remover el rescoldo de la confrontación civil".



Es esta ley socialista, que pretende reescribir la Historia, una ley hecha por media España contra otra media España, a la que el PSOE quiere expulsar de la vida pública (lo cual, de por sí, ya es una intención que denota un totalitarismo stalinista).
Setenta años después, cuando los ciudadanos españoles tienen más que superado el horror que supone el enfrentamiento entre hermanos (horror que ahora algunos parecen dispuestos a recuperar y jalear con tal de tapar su propia incompetencia), llega ZP y nos dice que la Transición no vale para nada. Que hay que recuperar la memoria. Y que él va a ganar una guerra perdida hace décadas. El va a ganar la guerra que el Capitán Lozano, su abuelo, no ganó.

Y el PSOE, el día de la Constitución del 1978 [Constitución que representa la concordia y el deseo de todos los españoles de vivir en paz, desechando viejas heridas y recuperando lo que nos une] nos dice que la Constitución de 1978 no representa sólo esto, sino que es heredera de la Constitución de 1931. Mentira. Pues bien, la Constitución de 1931, como la Ley de la Memoria Histórica, fue una Constitución de media España contra la otra media. Y así acabó.

¿Qué será lo siguiente? ¿Acabar con la libertad de expresión y hasta de pensamiento y tipificar como delito no tener la misma memoria que ZP y su cuadrilla y expresarlo?

En realidad el problema es que ZP -que aún no se cree que esté sentado en La Moncloa y que pese a declararse progresista cada día apesta más a naftalina decimonónica-no está gobernando para todos los españoles. Está gobernando para los que piensan como él, despreciando a todos los demás. Como hacen todos los presidentes de repúblicas bananeras. Eso y, además, que tras la caída del muro de Berlín la izquierda se quedó sin discurso.

Mientras en Europa numerosos partidos socialistas abjuraban del marxismo -en Italia el líder del PC llegó a pedir perdón por los crímenes cometidos por los comunistas y, avergonzado, cambió el nombre del partido-, en esta partitocracia a la española tenemos a una especie de políticos profesionales que no son más que niños bien aburguesados a los que les mola vestir ropa de marca sin dar ni golpe y chupando de la teta del Estado (o sea, parasitando a los que sí se esfuerzan cada día). Semianalfabetos en muchos casos (Pepiño, Montilla y tantos otros... en el PP también los hay, no se vayan a creer.) y profundos desconocedores de la historia de España (gracias a Rubalcaba y su LODE y su LOGSE) que necesitan como sea mantenerse en el poder.

Porque no valen para otra cosa. ¿Qué vida profesional han tenido los Zetapés que pueblan el parlamento fuera de la política? Ninguna.

Y ya se sabe que la mejor receta para establecer castas de privilegiados o nomenklaturas es el socialismo real.

Una de sus características es meter las narices en todos los ámbitos de la vida privada de las personas. Bien sea su memoria, bien sea lo que comen (Salgado), bien sea cómo educan los padres a sus hijos (LOE), bien sea secuestrando el alma de los niños (Educación para la Ciudadanía socialista), bien sea cargándose la libertad de pensamiento (Gallardón y el restaurante La Favorita), la propiedad privada (miren las expropiaciones que pretenden aprobar la Generalitat y Gallardón), la familia ...

Porque los socialistas niegan las libertades individuales. Ellos creen en la falacia de las "libertades colectivas" (¿de qué colectivo? pues del suyo, hombre, del suyo. Y los demás a joderse. ¡Vivan los privilegios y los señores feudales!)

¿Qué hay que ceder al chantaje de los nacionalistas mal llamados democráticos o incluso a la extorsión de los asesinos de ETA? ¿Que hay que poner en la calle a tal o cual criminal etarra? Pelillos a la mar... ¿Qué hay que entregar Navarra a los totalitarios para que organicen la Corea del Norte del Cantábrico -lo que de producirse a la larga costará miles de vidas. Un verdadero genocidio-? Pues se hace. El caso es no irse a la cola del INEM...

¿Qué hay que ahogar fiscalmente a las familias y las empresas (esas cosas delincuescentes que todo progre consumista y burgués pone verde)? Pues se suben en dos años un 32% los impuestos y se intenta acabar con la familia imponiendo "familias alternativas" (valiente gilipollada propia de analfaburros).
Eso sí, ¿para qué habría que tenerse en cuenta que en caso de grave crisis económica suelen ser las familias las que mantienen el país a flote? El caso es no irse a la cola del INEM...

¿Qué hay que acabar con toda la política exterior llevada a cabo por todos los gobiernos en los últimos 30 años? Pues nos colocamos en prestigio por detrás de Cuba. El caso es no irse a la cola del INEM...
¿Qué hace falta enfrentar a media España con la otra media España tratando de imponer una ley totalitaria y sectaria? El caso es no irse a la cola del INEM...

Y en esas andamos. Al final todo es lo mismo. La consecuencia de la partitocracia, la clase política profesional, de la no existencia de un Estado de Derecho que garantice la libertad de los ciudadanos y de un Presidente por accidente que es mucho más que un bobo solemne: es un desalmado sin escrúpulos ni moral.
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