"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

viernes, octubre 21, 2005

A ver cómo contamos una noticia...

¿Recuerdan aquél caso del fallecimiento de un ciudadano en un cuartel de la Guardia Civil en Roquetas? Según se conoció la noticia del fallecimiento la progresía se lanzó, para no variar, a una campaña de desprestigio de la Benemérita.


Pues vamos a ver la secuencia de los hechos, si es que se puede. Porque más embrollada no puede estar la cosa.
Como bien se pueden imaginar el Poder Fáctico Fácilmente Reconocible no anda lejos del asunto.

El 24 de julio de 2005 fallecía el agricultor Juan Martínez Galdeano. El 4 de agosto El País nos contaba ya que había fallecido a causa de la violencia de la Guardia Civil: "después de que cuatro guardias civiles lo tirasen al suelo y cayeran sobre su pecho" "según la primera versión oficial de la Guardia Civil." (debe ser que esperan más o menos otras 45 versiones oficiales...)

Ese mismo día El País nos informa (sic) que 9 Guardias Civiles han sido suspendidos gracias a la eficacia del Gobierno ZP. El héroe de la eficacia: Bono.

El 5 de agosto El País habla de "Una paliza fuera del alcance de las cámaras". Como fuentes citan a 7 clientes del bar y a una camarera que afirman, siempre según El País, que "había algo ilegal, algo raro" en la escena.... "Brutal paliza"... "Iba a matar a ese hombre"... " un agente señalando con el dedo una de ellas [cámaras de vídeo] indicó a sus compañeros que se llevaran a la víctima fuera de su alcance"... Y ahora viene la versión oficial (la que daban como "primera" el día anterior). Y volvemos a la camarera dicharachera: "muchos agentes frente a uno solo, porque cada vez salían más, por lo que acabaron ganando"..."no todos los agentes pegaban, pero sí la mayoría..." (Me disculparán los lectores de El País, pero yo leo este artículo y no vuelvo a comprar el panfleto por poco serio)

El mismo día otro artículo en que El País nos cuenta cómo el funeral por el fallecido se convirtió en una protesta contra la Guardia Civil. Los gritos de "asesinos" no podían faltar, naturalmente.

La Vicepresidenta, siempre tan meticulosa con la presunción de inocencia, ya nos anuncia en la SER que el Gobierno actúa con rapidez, contundencia y transparencia y que "ante hechos sobre éste, tolerancia cero" (vamos, que son culpables)

El 6 de agosto El País afirma que los guardias civiles tardaron una hora en avisar a los servicios de emergencia (a estas alturas el lector ya tendrá claro que los Guardias Civiles torturan al agricultor y luego lo dejaron morir en el suelo, sin llamar a emergencias. Se desconoce por qué tampoco llamaron la camarera y los 7 clientes). La fuente: la Cadena SER (ahí, con un par). Los agentes cuando llaman al 061 hablan de parada cardio-respiratoria, no de contusiones. La llamada se produjo a las 17:27, aunque -siempre según El País- los forcejeos comenzaron a las 16:33.

A las 17:40 vuelven a llamar y hablan otra vez de parada cardiorespiratoria. "En ningún momento se habla de enfrentamiento o contusiones", añaden.

Y el mismo día 6 El País nos cuenta que han aparecido otros dos testigos más.

Y ese mismo día,

Alonso habla de "resistencia a la investigación"



El 7 de agosto El País nos cuenta que la defensa de los agentes se basará en que el agricultor estaba drogado.

El día 9 de agosto, algo pasa. La juez decreta libertad (con cargos) para los agentes acusados, después de rechazar la petición de prisión de la fiscalía. Y es que no puede establecerse la relación causal entre la conducta de los agentes y el fallecimiento. Esta notita aparece muy en pequeño, naturalmente. Eso sí, a la SER le debe parecer mal que "sólo" se aprecien indicios de delito en la actuación de nueve agentes...


El 7 de agosto El País nos pinta un retrato del agricultor fallecido: "un hombre tranquilo y reservado".

El 10 de agosto, declaración de los agentes ante el que instruye el expediente disciplinario abierto por el Gobierno y declaracion de unos de los agentes que afirma que el fallecido se estaba autolesionando.

El mismo día 10 "salta" la noticia de que la Juez encargada del caso ha pedido la baja por estrés. Esta noticia sería posteriormente desmentida el día 11 por la magistrada.

Mientras, la fiscalía, que se debe de aburrir, abre una investigación por la presunta desaparición de parte del informe forense. Luego quedaría claro que fue un fallo del fax, sin más. Naturalmente la SER andaba por ahí... Y Cándido apoya todas estas investigaciones acerca de la "mutilación" del informe forense.

Esto nos cuenta la SER: "El informe completo, al que ha tenido acceso la Cadena SER, incluye que la rotura del esternón pudo producirse: "Uno, cuando se ata al individuo a un poste que parece quedar a la altura de dicho hueso, y dos, cuando se le pone boca abajo en el suelo y se le tracciona fuertemente de brazos y piernas" Que la rotura del esternón, causa del fallecimiento, hubiera podido producirse por maniobras de reanimación pasa a segundo plano.

La COPE también da su versión sobre el informe manipulado. (A éstas alturas el ciudadano ya tiene un lío morrocotudo)


Y por supuesto, nos largan luego la milonga de la baja por estrés de la magistrada.


El 11 de agosto los agentes se ponen farrucos y le dicen a Alonso que de resistencia a la investigación nada, monada. Y Alonso, que es como es,

acusa a los agentes de ocultar pruebas

, nada menos. Así, confirma las exclusivas de El País. (¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?) Ni qué decir tiene que mantiene las acusaciones contra los agentes. Mientras, las asociaciones de Guardias Civiles piden la dimisión de Gómez Arruche, director general de la Benemérita. Pepiño también le dice 4 cosas -porque al parecer soltó alguna trolilla-.


Y por qué contamos todo esto?

Porque:

1.- El intento del teniente de Roquetas de ocultar pruebas, del cuál le acusó el Ministro del interior, no aparece en el sumario. ¡Tócate los nísperos! ¿Mintió Alonso en sede parlamentaria?

2.- Los famosos testigos ahora no aparecen por ninguna parte. Y encima los médicos y ATS que acudieron al lugar de los hechos no descartan que el esternón se rompiera durante las maniobras de reanimación.


¿Qué pasó en Roquetas? Pues yo no lo sé. Pero sí está clara la actitud de algunos empeñados en desprestigiar a la Guardia Civil. Y en manipular a la opinión pública.

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