"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

jueves, diciembre 16, 2004

Descivilizar está de moda

¡Pues vaya con la moda que viene! Ahora resulta que los sacramentos y festividades religiosas católicas tienen su copia del “todo a cien” laica. Si señores. Si es Usted anticlerical, ateo o agnóstico y, además, hortera, ya puede encargar en algunos Ayuntamientos que sus hijos sean bautizados por lo civil. En una copia del sacramento católico, el concejal de turno le leera la Biblia progre (el Código Civil y la Carta de Derechos del Niño) y le dará la bienvenida a la Comunidad. Luego, puede invitar a sus amistades a un banquete, como ZP manda, en el restaurante más hortera de su ciudad. Su Jessica Mari o su Osama Jose recibirán muchísimos regalos de los horteras de sus amigos que asistan a semejante evento.

Pero ahí no queda la cosa. Algunos padres ya se han apresurado a pedir para sus hijos el derecho a hacer la Primera Comunión por lo civil. En este caso, podrá Usted gastarse una fortuna en vestir a su hija con ese vestido de novia lleno de lacitos que vio en Pronovias un día, e invitar a sus amiguitos a una fiesta en casa. Amenizará la jornada con capítulos de “7 vidas” y “Los mejores momentos de Crónicas Marcianas”.

Y superando lo insuperable, guarderías (de 0 a 3 años) de Barcelona han sustituído el tradicional Belén por “Paisajes blancos” y han prohibido que se canten villancicos. Eso sí, pueden cantar eso tan fino de “Antes muerta que sencilla” o “La cabra, la cabra,…”.

(¿Se imaginan cómo sera la Extremaunción laica? Ya me imagino al concejal de turno leyendo al moribundo unos párrafos de Chomsky, Marx o Michael Moore, mientras la esposa compungida reza al gran Kakofi. Moribundo al que según acabe el ritual, aplicarán la eutanasia, por supuesto. )

Amén del decorado madrileño del Señor Ruiz Gallardón, que decora la Castellana con palabras tan divertidas como “Saña”, “serpiente”, “resaca”, “escoria”, “lujuria” ó “canalla”. Luego dice que son sólo palabras. Desde aquí propongo la iniciativa ciudadana de sujetar detrás de este señor, cada vez que acuda a un acto público sólo palabras como “hortera”, “traición”, “malversación” o “derroche”.

Pongamos las cosas en su justo término. España es aconfesional, no laica. Y mucho menos, anticlerical. La persecución que están sufriendo los católicos por parte del Gobierno es terriblemente injusta y más propia de tiempos afortunadamente superados. Hoy no se queman Iglesias, pero se estigmatiza al católico.

¿Se imaginan Ustedes que en Tunez se pretendiera sustituir el Ramadan por “las 40 jornadas de fiesta laica”?

Estos horteras nihilistas no actuan así sin motivo. No vayan a pensar que son unos descerebrados. El caso es acabar con el sistema (entendiendo por sistema la democracia liberal que nos ha permitido a todos disfrutar de la libertad que hoy disfrutamos); descivilizar España. No es más que bolchevismo modernizado y por SMS. ¡Acabemos con el sistema! ¡Viva la revolución! Pero ahora la revolución silenciosa.

Acabemos con los valores de tradición grecorromana y cristiana que han inspirado Occidente. Así, podremos acabar de una vez con el capitalismo (o sea, con la democracia liberal). Y si para eso nos tenemos que aliar con otras civilizaciones, pues hagámoslo. ¡Todo por la revolución proletaria!

Además, teniendo en cuenta que la fábrica ideológica del laicismo anticlerical de la cual se nutre el Gobierno de Zapatero, es una de las fundaciones de la Universidad Carlos III (ver EPOCA de esta semana), cuyo rector es el Señor Peces-Barba (Alto comisionado –de la ONU- para las víctimas del terrorismo), no sería de extrañar que se pidiera a las víctimas la apostasía para poder acceder a cualquier derecho.

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