El gobierno de ZP promocionó a un sindicalista del SUP condenado y ahora acusado de acoso sexual
Ha sucedido con un cargo del partidista y socialista sindicato SUP.
El promocionado por el justiciero de las mujeres, sobre el cual ya recaía ANTES de su ascenso a los altares zetaperiano-policiales una condena firme de un año de prisión, ha resultado ser todo un dechado de virtudes.
Tanto que bien podría salir de txikitos con Eguiguren, presidente del PSE que maltrataba a su esposa con un paraguas y amiguitos.
(Lee el relato completo de la presunta víctima de acoso)
He aquí un nuevo ejemplo la lucha por la igualdad socialista.
El promocionado por el justiciero de las mujeres, sobre el cual ya recaía ANTES de su ascenso a los altares zetaperiano-policiales una condena firme de un año de prisión, ha resultado ser todo un dechado de virtudes.
Tanto que bien podría salir de txikitos con Eguiguren, presidente del PSE que maltrataba a su esposa con un paraguas y amiguitos.
Al llegar al bar, se abalanzó sobre mí y me dio un beso en la boca.
Midesconcierto era enorme. Me sentía como una hormiga frente a un elefante. Yo no hablaba me limitaba a esperar que terminara su copa y salir de allí como fuera. No pensaba, solo sentía miedo, odio, creo que actuaba de forma automatizada. El hablaba no recuerdo bien sobre que. Solo recuerdo un tema: “Sus gustos sexuales”. Sobre ello si hablo de forma detallada.
Me acompaño hasta mi casa, me despedí con un “buenas noches” pero nada más llegar a mi habitación, (por fin estaba segura), sonó el móvil, lo cogí y cual no fue mi sorpresa, si aún podía haber más, era el JEFE, para decirme que era una maleducada que no tenía ni los modales mínimos que se tienen al haber hecho la EGB, que no le había agradecido correctamente el que me hubiera traído al “culo del mundo”, como una tonta le expliqué que le había dicho buenas noches y gracias.
¿Como esperaba que se lo agradeciera? No me lo digan porque hasta yo con lo confundida que estaba lo tenía claro.
Continué mi trabajo como si nada hubiera pasado, el JEFE como estaba en el curso de ascenso casi no estaba en la oficina, eso me relajaba, tenía miedo de verlo.
Como es lógico me lo fui encontrando de vez en cuando, me decía de ir a comer o cenar, y yo como podía me escabullía, lo que más temía era trabajar un viernes tarde sola y que él apareciera. (...)
¿Que se hace en estos casos? ¿A quien acudes?, ¿Cual es la respuesta correcta? ¿Como? ¿Cuándo? ¿Dónde?, Yo solo pensaba: ¡Cuidado!
Al sindicato no podía ir, él era un defensor de los derechos de las trabajadoras, una persona de izquierdas, progresista y liberal. [N. de anghara: se refiere al SUP](...)
Todos los días iba al trabajo con un dolor tremendo en el pecho, tenía insomnio, pesadillas, taquicardia, tenía la sensación de que algo malo iba a ocurrir y no sabía como prevenirlo. Volvía a tener esos dolores, que son el reflejo del miedo, mi cuerpo estaba estigmatizando el pánico en forma de dolor corporal.
(Lee el relato completo de la presunta víctima de acoso)
He aquí un nuevo ejemplo la lucha por la igualdad socialista.
ACTUALIZACIÓN
27 de noviembre de 2006. En el comunicado del SUP titulado "El honor también es un derecho". Se refiere, claro está, al honor del señor Moya, condenado a un año de prisión por sentencia firma y ahora acusado de acosar sexualmente a una inspectora de policía:
"Creo en la palabra y en la inocencia del compañero y estoy orgulloso de ser su amigo"
José Manuel Sánchez Fornet
Secretario General del S.U.P.
ACTUALIZACIÓN II
El comisario Moya se queja de que Interior no le proteja como a Santano y Sánchez Manzano
