"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

miércoles, noviembre 16, 2005

La Tercera Ola



En los años 80, Alvin Toffler escribió un libro sobre la incipiente revolución de la sociedad de la información que lleva por título la tercera ola. Esta mañana he tenido el placer de poder escucharlo en directo hablando del futuro de la humanidad con ocasión del Forum Mundial de Tecnologías de la Información en el SIMO 2005.

La Tercera Ola, para Toffler, consiste en el alumbramiento de una nueva era digital. Una era en la que se están produciendo cambios inimaginables hace unos años y que afectan a todos los ámbitos de la sociedad. Desde la moral, la familia, el trabajo, las pensiones, las relaciones personales, la diplomacia, a los aspectos tradicionalmente asociados a la globalización como son la tecnología y la economía. Las dos olas anteriores se basaban en la agricultura y la industrialización. Tanto es así que antiguamente se dividía la sociedad en clases productivas, formadas por terratenientes y campesinos, y estériles, todas las demás. La Segunda Ola consistió en el proceso de industrialización que revolucionó la sociedad en el siglo XIX.

Hasta la fecha y desde que se produjo la revolución industrial, todos los modelos intelectuales y todas las instituciones sociales estaban pensadas para dar servicio a una sociedad basada en relaciones industriales. Actualmente, la sociedad está cambiando por efecto de la convulsión tecnológica. Esos cambios son profundos y van a determinar el nacimiento de nuevas clases sociales y países aventajados.

Toffler cree, y no se equivoca, que Europa se ha quedado atrás y que se resiste a los cambios, por ello es difícil que consiga superar la crisis que está padeciendo sino todo lo contrario. El estancamiento de la Unión Europea en un futuro no muy lejano es una predicción fácil de realizar. Su Estado del Bienestar ha entrado en crisis y el gasto público no es ya un bálsamo de fierabrás que permita albergar esperanzas, sino un lastre que le impide avanzar. La bisoñez de los dirigentes de la UE se ceba en seguir burocratizando los problemas, como si pretendiera enterrarlos bajo montañas de papeles. En esta nueva era o civilización digital el conocimiento será el principal valor de toda economía. La industria y sus modelos de organización abren paso a una sociedad de relaciones y posibilidades infinitas donde ganará el que sepa aprovechar mejor sus conocimientos y, también, los de los demás. Sin embargo, la UE, que se gestó tras la segunda guerra mundial para reindustrializar Europa, pretende seguir anclada en viejos conceptos y valores, y se obstina en no ver el reto de la globalización. Contrariamente a los EEUU, que sí ha sabido ver la importancia de sumarse a una economía tecnológica y se ha convertido en la locomotora de la revolución, los países europeos están abocados a formar parte del furgón de cola de este tren.

Lo peor es que España se ha quedado en el andén. El gobierno de Zapatero y sus socios no alcanzan a comprender, ni tan siquiera, los cambios que se están produciendo y pretenden devolvernos al siglo XIX - el siglo de la "Inquisición" según Manuela de Madre-. Con su nacionalismo étnico y su victimismo nihilista, porque de social tiene poco, nos han comprometido a todos en un viaje al pasado que nos va a costar perder nuevamente el tren de la modernidad. La Tercera Ola ya está aquí y no hay tiempo que perder. Pero, me temo que nos arrastrará a todos al lodazal en donde abreva esta berza intelectual.


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