Los "valores" de la señora de Arenillas: cuantos más polvos, mejor.
Como bien saben todos los españoles, una de las misiones que, dentro de la creación del Nuevo Orden Mundial, se ha propuesto el uno, grande y libre ZP está la de educar a los tiernos infantes en (sus) valores. Vamos, que Torrente, si esto se impone, va a ser un dechado de educación, buenas maneras y estilo. Y preparación. Menos religión, historia, matemáticas, geografía, lengua... y más polvos.
Así, la señora de Arenillas (el de Alí Sebastián y los cuatro de Intermoney, que esos sí que saben de valores... en bolsa), ha publicado en la web del Ministerio de Educación en la Verdad una guía didáctica que, desde el socialismo patrio, se considera lectura recomendada para padres, alumnos y profesores. Lectura que transmite valores (ejem) y ladillas. (Lo de las ladillas es harina de otro costal. Si se entera Salgado lo mismo lo prohíbe por eso de no ser bueno para nosotros).
Así, la señora de Arenillas (el de Alí Sebastián y los cuatro de Intermoney, que esos sí que saben de valores... en bolsa), ha publicado en la web del Ministerio de Educación en la Verdad una guía didáctica que, desde el socialismo patrio, se considera lectura recomendada para padres, alumnos y profesores. Lectura que transmite valores (ejem) y ladillas. (Lo de las ladillas es harina de otro costal. Si se entera Salgado lo mismo lo prohíbe por eso de no ser bueno para nosotros).
Jamás vi semejante claridad en la exposición de lo que motiva a los criminales (lo que los socialistas han hecho con los niños en España es un crimen por el que deberían responder) herederos de mayo del 68. El título de la lectura recomendada lo resume todo: Alí Babá y los cuarenta maricones. El mes que viene... Blancanieves y los siete putanitos... Si es que, además de criminales, infantiles y guarros, son simples hasta decir basta.
Caca, culo, pedo, pis. Ríete, ZP.
Y es que está claro que estos progres y progras son unos infantiloides guarretes (los eternos jóvenes de los que hablaba Sarkozy) sin más aspiraciones en la vida que tirarse a la vecina del cuarto, al perrito del vecino de abajo y vaya usted a saber qué más. "Cuantos más polvos mejor. Vota Pesoe". Y te invito a un botellón (que esa es otra. Ya sabemos que el PSOE no considera que para captar a sus votantes deba formarlos o dar la batalla por las ideas. Los considera tan embrutecidos que los invita a calimocho). Y pensar que algunos de estos payasos y payasas, como la progre Regás, los cincuenta ya no los cumplen...
Y estos son los que gobiernan.
Relacionados.
El retrato de los guarretes por parte de Sarkozy, que es todo un resumen de la asignatura fascista que ZP va a imponer. Por lo menos, si sirve de consuelo, los progres parecen iguales en todas partes. Y en Francia el pueblo, pese a que como aquí los medios de comunicación les hacían la ola a los del Alí Babá y los cuarenta maricones, los ha mandado a esparragar. Os copio parte del discurso del presidente francés:
Caca, culo, pedo, pis. Ríete, ZP.
Y es que está claro que estos progres y progras son unos infantiloides guarretes (los eternos jóvenes de los que hablaba Sarkozy) sin más aspiraciones en la vida que tirarse a la vecina del cuarto, al perrito del vecino de abajo y vaya usted a saber qué más. "Cuantos más polvos mejor. Vota Pesoe". Y te invito a un botellón (que esa es otra. Ya sabemos que el PSOE no considera que para captar a sus votantes deba formarlos o dar la batalla por las ideas. Los considera tan embrutecidos que los invita a calimocho). Y pensar que algunos de estos payasos y payasas, como la progre Regás, los cincuenta ya no los cumplen...
Y estos son los que gobiernan.
Relacionados.
El retrato de los guarretes por parte de Sarkozy, que es todo un resumen de la asignatura fascista que ZP va a imponer. Por lo menos, si sirve de consuelo, los progres parecen iguales en todas partes. Y en Francia el pueblo, pese a que como aquí los medios de comunicación les hacían la ola a los del Alí Babá y los cuarenta maricones, los ha mandado a esparragar. Os copio parte del discurso del presidente francés:
Mayo del 68 nos había impuesto el relativismo intelectual y moral. Los herederos del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, de que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo bello y lo feo. Habían querido hacernos creer que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos, que no había diferencias de valor y de mérito. Habían querido hacernos creer que la víctima cuenta menos que el delincuente, y que no puede existir ninguna jerarquía de valores. Habían proclamado que todo está permitido, que la autoridad había terminado, que las buenas maneras habían terminado, que el respeto había terminado, que ya no había nada que fuera grande, nada que fuera sagrado, nada admirable, y tampoco ya ninguna regla, ninguna norma, nada que estuviera prohibido.
Recordad el eslogan de Mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: “Vivir sin obligaciones y gozar sin trabas”. Así la herencia de Mayo del 68 ha liquidado a la escuela de Jules Ferry en la izquierda francesa, que era una escuela de la excelencia, del mérito, del respeto, del civismo; una escuela que quería ayudar a los niños a convertirse en adultos y no a seguir siendo niños grandes, una escuela que quería instruir y no infantilizar, porque había sido construida por grandes republicanos que tenían la convicción de que el ignorante no es libre. Pero la herencia de Mayo del 68 ha liquidado esa escuela que transmitía una cultura común y una moral compartida, cultura y moral gracias a las que todos los franceses podían hablarse, comprenderse, vivir juntos. La herencia de Mayo del 68 ha introducido el cinismo en la sociedad y en la política.
Han sido precisamente los valores de Mayo del 68 los que han promovido la deriva del capitalismo financiero, el culto del dinero-rey, del beneficio a corto plazo, de la especulación. El cuestionamiento de todas las referencias éticas y de todos los valores morales ha contribuido a debilitar la moral del capitalismo, ha preparado el terreno para el capitalismo sin escrúpulos y sin ética, para esas indemnizaciones millonarias de los grandes directivos, esos retiros blindados, esos abusos de ciertos empresarios, el triunfo del depredador sobre el emprendedor, del especulador sobre el trabajador. (...)
Los herederos de Mayo del 68 han degradado el nivel moral de la política. Todos esos políticos que reivindican la herencia de Mayo del 68, dan al prójimo lecciones que jamás se aplican a sí mismos, quieren imponer a los demás comportamientos, reglas, sacrificios que jamás se imponen a sí mismos. Proclaman: “Haced lo que yo digo, no hagáis lo que yo hago”. Ésa es la izquierda heredera de Mayo del 68, la que está en la política, en los medios de comunicación, en la administración, en la economía. La izquierda que le ha tomado gusto al poder, a los privilegios. La izquierda que no ama a la nación porque no quiere compartir nada. Que no ama a la República porque no ama la igualdad. Que pretende defender los servicios públicos, pero que jamás veréis en un transporte colectivo. Que ama tanto la escuela pública, que a sus hijos los lleva a colegios privados. Que dice adorar la periferia, pero que se cuida muy mucho de vivir en ella. Que siempre encuentra excusas para los violentos, a condición de que se queden en esos barrios a los que ella, la izquierda, no va jamás. Esa izquierda que hace grandes discursos sobre el interés general, pero que se encierra en el clientelismo y el corporativismo. Que firma peticiones y manifiestos cuando se expulsa a algún “okupa”, pero que no aceptaría que se instalaran en su casa. Que dedica su tiempo a hacer moral para los demás, sin ser capaz de aplicársela a sí misma. Esa izquierda, en fin, que entre Jules Ferry y Mayo del 68 ha elegido Mayo del 68, es la que condena a Francia a un inmovilismo cuyas principales víctimas serán los trabajadores, los más modestos, los más pobres.