¡Cómo está el patio!
Siguen y siguen saliendo noticias acerca de Huarte, el socialista amigo de los terroristas metido a Anacleto, agente secreto. Parece que los malvados periodistas han decidido cumplir con su obligación y su trabajo y no han hecho caso de la prometedora futura periodista hija del sociata en cuestión, la cuál cree que el trabajo del periodista no es investigar las noticias, sino alabar a su papá ex-falangista (¡Vaya, como Don Eduardo!).
Así, La Nueva España publica hoy que la policía recurrió en varias ocasiones a Huarte, desde los años 80, por sus relaciones en Libia y Oriente Medio. De ese modo, Huarte habría facilitado informaciones no sólo al Centro Nacional de Inteligencia, sino también a la Policía, algo que él siempre ha negado. Los primeros contactos de Huarte en el mundo árabe se produjeron con movimientos radicales laicos de Palestina y Libia. El CNI también captó como supuesto colaborador a Antonio Toro, según «El Mundo».
(Lo que muchos sospechábamos hace tiempo se hace realidad, parece: Antonio Toro, principal responsable de la trama de explosivos de Asturias, también es agente del CNI).
El ABC nos cuenta hoy que Huarte invitó a Gijón a una dirigente iraquí próxima a Sadam Husein.
Y para que nada falte y todo vaya quedando claro, el confidencialdigital afirma hoy que "según informaciones recabadas por El Confidencial Digital, Fernando Huarte pertenece al círculo de informadores y colaboradores de Rafael Vera desde los años ochenta, cuando el PSOE llegó al poder, y la relación, que incluso tiene caracteres de amistad, no se ha cerrado desde entonces." (No podía faltar el ínclito Vera, naturalmente. Igual Rubalcaba nos tiene que explicar por qué el 11 de marzo mismo -como él declaró ante la Comisión del perjurio- habló por teléfono con Rafael Vera... si es que esto olía a chamusquina desde el primer día ¿recuerdan al portero automático de Rubalcaba? Lo que mal empieza...)
Pero sin duda, importantísimas las revelaciones de El Mundo y su entrega número XV de los Agujeros Negros del 11-M:
"Huarte, el peón sacrificado"
Su empresa, Huarte Spain ITL, comercia 'especialmente' con Irán, Irak, Líbano, Argelia, Pakistán, Libia y Palestina
Por FERNANDO MUGICALOS AGUJEROS NEGROS DEL 11-M (XV).
El 'caso Huarte' viene a reavivar la polémica del 11-M en un momento en que las cosas parecían a punto de calmarse del todo. Aparece de pronto la relación de un socialista con islamistas radicales, se desvelan empresas especializadas en comerciar con países árabes y todo ello en torno a la figura de un hombre, un militante de total confianza de la cúpula del PSOE asturiano, el organizador de la seguridad de los grandes mítines del partido en Gijón. Por si la confusión fuera poca, dirigentes socialistas filtran a la prensa que Fernando Huarte Santamaría era un colaborador destacado del CNI.
Para colmo, se conoce ahora que el segundo de Huarte en la seguridad de los mítines es otro argelino, Rabia Gaya, un musulmán que predica el entendimiento entre los pueblos. Y mientras tanto a Lavandera le colocan, también en Gijón, un paquete bajo su coche.
En los pasillos de La Moncloa han tenido lugar estos días algunas carreras nerviosas. Zapatero llegó a decir: «Me habéis amargado el día». Y todo por las noticias que llegaban de un hombre, un sindicalista de UGT de la vieja escuela, un militante socialista de absoluta confianza de la cúpula asturiana que, en sus ratos libres, se dedicaba a hacer obras de caridad con islamistas radicales.
Fernando Huarte Santamaría, de 56 años, tuvo que desayunarse en su hotel de Brasil con dos noticias desagradables que procedían de Gijón. La primera la publicaba La Nueva España. se refería a las visitas que había realizado a la cárcel asturiana de Villabona entre marzo de 2002 y octubre de 2004 al exaltado terrorista del Grupo Islámico Armado, GIA, Abdelkrim Benesmail, el segundo de Lamari, a su vez cabecilla del 11-M.
La otra noticia que le hizo torcer el gesto le tocaba su fibra más sensible. Como trabajador y sindicalista de IZAR tenía que tragar el sapo de la baja definitiva de 3.983 empleados de los 10.661 de la plantilla de esa empresa, 222 precisamente en Gijón.
Pronto transcendieron detalles de la relación de Huarte con Benesmail.Este había sido trasladado inesperadamente a la prisión asturiana de Villabona -después de haber estado cuatro años en la de Ocaña- el mismo mes de julio de 2001 en que Antonio Toro Castro ingresara en la misma y un mes antes de que lo hiciera Rafá Zouhier después de cometer un atraco, controlado por la Guardia Civil, en una joyería del Principado.
CARIDAD CON UN TERRORISTA
A comienzos de 2002, salen Toro y Zouhier de la cárcel y es en ese momento, en febrero, cuanto Huarte entra en contacto con Benesmail. Le envía revistas y se pone a su disposición para ayudarle. El dirigente socialista le consigue un permiso para acudir a un dentista fuera de prisión. Comienza un carteo entre ambos y un intercambio de paquetes, todo ello englobado en la actividad de Huarte como presidente de la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino Al-Fatah creada en los años 80.
Lo más curioso del caso es que el PSOE adopta una actitud inesperada con respecto a Huarte, quien desde Brasil se defiende declarando que sus contactos con el terrorista son una simple muestra de la buena voluntad de su asociación para con todos los árabes que necesiten ayuda, cualquiera que sea su condición.
Y es que la cúpula del PSOE filtra, sin contar con Huarte, su pertenencia al CNI. Para adornarlo añaden que es un agente importante que ha prestado servicios muy valiosos con sus informaciones.
Las mismas fuentes señalan que ahora está en peligro y que van a sacarlo de España de una forma discreta. Pero la maquinaria Rubalcaba se equivoca en algo. Huarte se rebela. Se ha dado cuenta de que la operación es una maniobra de su propio partido. Se niega a abandonar Gijón y encarga una carta a su hija Alejandra, periodista de 25 años, que se publica en el diario El País. En ella queda patente el enorme disgusto de la familia por lo sucedido, la perplejidad porque se haya comentado su relación con el CNI y se envía un aviso claro a navegantes: «¿Por qué no estudiar toda la lista de agentes españoles con presuntas incompatibilidades? Ya puestos...»
PRIVILEGIOS INEXPLICABLES
Huarte no tiene buena prensa entre muchos de sus antiguos compañeros de IZAR. Alguien que permaneció 15 años junto a él reconoce que provenía de la Falange Auténtica y que, aunque no era un exaltado, presumía de antisemitismo y convertía en rojos a los mismísimos integrantes de Fuerza Nueva.
«Lo más extraño, lo que nunca entendimos, es que no pidiera permiso a sus jefes para faltar inesperadamente al trabajo. Desde que un día se presentó con el pañuelo palestino al cuello, se ausentaba de pronto varias semanas para marchar de viaje por todos los países árabes más radicales. La dirección de la empresa le cubría hasta el punto que muy pronto entre los compañeros consideramos que ocultaba algo y que no era un hombre de fiar.»
A lo largo de muchos años, y siempre amparado en su asociación, conseguía becas y visados para estudiantes árabes. Promovía manifestaciones culturales y amparaba cualquier iniciativa en favor del mundo árabe. Es evidente que consiguió un gran predicamento entre los dirigentes de numerosos países.
¿MILITANTE O INFILTRADO?
¿En calidad de qué acudía a las manifestaciones contra la Guerra de Irak? ¿Como miembro del partido, como miembro de la asociación o como miembro del CNI? Si de verdad estaba controlado por el CNI, ¿cómo han podido dejarle en la estacada? Blanco dice que desvelar su pertenencia al CNI es una canallada o una infamia.No tiene más que mirar a su alrededor, a los que han filtrado la noticia, para decidirse por cualquiera de las dos opciones.
Huarte está aterrorizado. No entiende cómo han podido delatarle como un informador de los servicios secretos españoles. Considera que ha quedado a merced de cualquier radical islámico que se sienta traicionado después de toda la confianza que habían depositado en él. Los tiempos están medidos. Se jubila definitivamente el día 1 de abril. Lo más razonable será vender los pisos y desaparecer.Sabe que está amortizado para el partido y para el CNI.
La Asociación Centro Cultural Musulmán de Asturias, la de mayor fuerza en los ámbitos de la comunidad musulmana, sale al paso de las informaciones con una defensa cerrada de Huarte.
«Se ha portado siempre de maravilla con nosotros. Es nuestra sor Teresa de Calcuta. Nadie se cree que haya traicionado a la causa árabe y que pueda trabajar para el CNI».
SU SEGUNDO, UN ARGELINO DEL PSOE
Quien habla es el presidente del Centro Cultural citado, el argelino Rabia Gaya. Y aquí viene una carambola que no ayuda en nada a esclarecer todo lo sucedido.
Huarte es un hombre del partido socialista. Ha ocupado cargos en la ejecutiva de Gijón y ha sido elegido como representante del PSOE en Cajastur y en la empresa de transportes municipales.Pero sobre todo es un militante de máxima confianza de la cúpula asturiana del partido y por eso ha organizado la seguridad de los grandes mítines socialistas en Gijón y de las visitas de las personalidades del PSOE más relevantes.
Es evidente que para ocupar ese cometido necesita una conexión muy directa con la policía asturiana. Pues bien, el argelino Rabia Gaya ha sido su segundo en esos cometidos de seguridad protegiendo en mítines a personalidades como Almunia, Felipe González o al mismísimo Zapatero.
Gaya nos recibe, en su carnicería de la calle de Julio de Gijón, como un moderado que tuvo que huir con su familia de Argel por la situación política. Sus hermanos eran policías y él trabajaba en la Administración del puerto. Para demostrarme sus buenas relaciones con el poder, me enseña fotos en las que está recibiendo un premio de manos de la alcaldesa de Gijón, la socialista Paz Fernández-Felgueroso, ex directarora general de Instituciones Penitenciarias. Pero su foto más preciada, la que exibe en la pared frente al mostrador, es la del mitin de Zapatero del 9 de marzo de 2004. El mismo me señala a Huarte, cubriendo la espalda del actual presidente y de él mismo, de frente con su tarjeta identificativa como miembro de la organizacion del mitin.
Es un militante socialista convencido que reconoce haber trabajado como traductor para la policía cuando se le han requerido sus servicios. «Lo hubiera hecho para cualquiera que me lo hubiera pedido. Me parece un servicio más a la comunidad».
«Huarte me ayudó siempre. Fue él quien se presentó a conocer a mi familia y quien me ayudó a redactar los estatutos de mi centro cultural».
Cuando profundizamos reconoce en una larga conversación que no se cree que los autores de las matanzas del 11-M estuvieran en la órbita de Al Qaeda.
Respecto a Benesmail, insiste en que el propio Huarte le advirtió de que tuviera cuidado con las declaraciones que hacía sobre el GIA.
«Me dijo que había un peligroso terrorista argelino en la cárcel y que me anduviera con cuidado porque podía llegar a sus oídos lo que yo dijera».
«OJO CON BENESMAIL»
«No sé por qué el PP tiene interés en que se investigue lo que hablaron Huarte y Benesmail. El abogado del terrorista era un concejal del PP de Valencia -Ibor Asensi- así que supongo que habría dado el visto bueno para esos encuentros. Por otra parte, todos saben que la seguridad graba esas conversaciones, así que no es el mejor método para intercambiar ninguna información».
Gaya reconoce que Huarte sabe que esas grabaciones se destruyeron y que se hizo en la época en la que el PP mandaba. De ahí el repentino interés de Blanco por destaparlas.
LAS GRABACIONES SE DESTRUYERON
«Supongo que ahora les preguntarán a los responsables del PP por qué las destruyeron si les parecen tan importantes».
Muestra una verdadera sorpresa con el hecho de que trasladaran a Benesmail a Villabona en el mes de julio de 2001.
«Tal vez vino de la mano de la policía que pretendía sacar información de los radicales de aquí, o de los etarras encarcelados. Es muy raro que viniera a esta prisión a la vez que Toro y Zouhier».
Gaya es un socialista convencido. «Te dirán que me han visto poniendo banderolas y pasquines en los mítines. Lo que no sé es si le va a hacer gracia a la alcaldesa que me saques en esa foto que te he dado y en la que me da un trofeo. Aquí quieren distanciarse del caso Huarte lo más posible. Yo he hablado íntimamente con él y sé que va a intentar no dejarse pisar porque sabe que son los suyos los que le han puesto en el disparadero».
Huarte se ha preocupado de cubrirse las espaldas. Su familia dirá lo que tiene que decir en el caso de que le ocurra algo.
Pero las sorpresas no acaban con el descubrimiento de argelinos -por supuesto ciudadanos honrados y que no están bajo sospecha- en los servicios de Seguridad del PSOE asturiano.
Una visita al Registro Mercantil proporciona todo tipo de detalles sobre las curiosas actividades empresariales de Fernando Huarte; un detalle que, hasta ahora, el PSOE ha pasado por alto.
Agárrense al asiento. El dirigente del PSOE asturiano -hoy oficialmente militante de base- montó en su día -y en el mismo domicilio donde tiene registrada su Asociación de ayuda al pueblo palestino- PF Brokers Internacional SL.
Entre sus actividades declaradas está la «adquisición, importación y exportación, venta y distribución de productos mecánicos, maquinaria, productos agrícolas, aceites, motores, filtros, carburantes líquidos y sólidos, minerales y carbones.» Esa empresa sólo tuvo una inscripción en 1993 y no tuvo actividad posterior alguna.
NEGOCIOS CON LOS PAISES ISLAMICOS
Es el 27 de mayo de 1997 cuando Huarte registra en Asturias una nueva empresa denominada Huarte Brokers Internacional S.L. con el mismo objeto aparente que la anterior. La sociedad tenía un capital de 500.000 pesetas (3.000 euros) y estaba formada por él mismo y su mujer, Marina Lorenzo Cabezudo, auxiliar de clínica.
El 5 de julio de 2002 estos dos fundadores y administradores solidarios cambian la denominación social. La sociedad se llamará en adelante Huarte Spain ITL S.L. y estará ubicada en la calle Quevedo número 2, 7º izquierda de Gijón, el domicilio de su asociación propalestina.
Las actividades de esta empresa convierten casi en una anécdota las visitas de Huarte a Benesmail. Según reza la propaganda de la empresa Huarte Spain se dedica a importar y a exportar productos y a proporcionar todo tipo de servicios a empresas que quieran colocar los suyos en el mundo árabe, «especialmente en los países de mayoría islámica como Libia, Irán, Irak, Líbano, Siria, Palestina, Argelia y Pakistán» entre otros.
Ya no se trata por tanto de ayudar desinteresadamente a todos los árabes que lo necesiten. «Sor Calcuta», el dirigente del PSOE tiene una empresa especializada en comerciar con los países árabes más radicales. Alguien tendrá que explicarnos cuales han sido sus negocios, sus aportaciones y lo que ha conseguido a cambio.
La empresa ofrece todo tipo de suministros como maquinaria nueva y usada, repuestos, suministros de alimentos perecederos y no perecederos. Tramita visados para esos países y aporta mapas y documentación sobre los mismos.
En la misma propaganda de la empresa se puede ver un mapamundi bajo el que están escritas las palabras «garantía, seriedad y rapidez» junto a las siluetas dibujadas de una pluma, un rayo y dos manos apretadas. Parece un anuncio de la alianza de civilizaciones.
Lo más curioso es que las actividades reales de la empresa señalan más a una tapadera que a un negocio próspero. No hay casi cifra de negocios. En 2002 sólo declaran pérdidas. En 2003 sus movimientos no llegan a los 15.000 euros.
LA EMPRESA 'FANTASMA'
Sin embargo, aseguran que su logística permite la realización de todo tipo de negocios, sobre todo, en los países mencionados.Son capaces de conseguir visados, acompañar a otros empresarios en sus recorridos por esas zonas, proporcionarles contactos y traduciones del árabe juradas, lo que exige un personal técnico muy especializado.
Además acreditan una experiencia en el tema de nueve años de actividad continuada y presentan varios países en los que tienen delegaciones -además de en Madrid- como Argelia, Palestina o Libia.
Una visita a las instalaciones de la Asociación Nacional de Amigos del Pueblo Palestino Al Fatah y a la sede de la empresa Huarte Spain Internacional, proporciona nuevas sorpresas.
Al margen de un simple apartado de correos, su domicilio está situado en un edificio de ladrillo rojo en la calle de Quevedo de Gijón.
Cuesta bastante trabajo encontrar a alguien que sepa dar razón de la asociación. En la frutería lindante con el portal no saben nada. Una vecina amable nos cuenta que Huarte viene por el inmueble de vez en cuando. La última vez hace un mes. Se lleva bien con la comunidad de vecinos.
No hay ningún rótulo ni de la asociación ni de su empresa en el portal ni en los buzones.
«Los hemos cambiado hace poco tiempo cuando arreglamos el portal.Pero antes tampoco tenía ningún rótulo. Sabíamos de sus actividades por que de su buzón, salían papeles con inscripciones en árabe.De vez en cuando le veíamos subir en compañía de mujeres totalmente cubiertas al estilo musulmán.»
DOS INMIGRANTES PERUANOS
«Desde hace más de año y medio ya no viene nadie por aquí. Huarte ha alquilado el piso a una pareja de peruanos inmigrantes. Ella cuida de una señora mayor.»
En el séptimo izquierda, en el domicilio de la asociación y de la empresa, no hay tampoco ningún rótulo. Llamamos insistentemente hasta que por fin se escucha al otro lado de la puerta la voz de un hombre asustado, con acento suramericano. Le preguntamos por la asociación de Amigos del Pueblo Palestino y nos dice que está cerrado.
«El señor Huarte es un hombre que se mueve mucho, siempre está viajando. Solo viene por aquí a recoger la correspondencia».
Le preguntamos por los ordenadores de la empresa y nos contesta.
«Ya no queda nada. Aquí no hay nada. Sólo vivimos nosotros. El material de oficina lo sacaron todo de golpe cuando la Guerra de Irak. Ya nunca regresaron.»
Como tapadera del CNI no tiene desperdicio. Sería la primera vez que una empresa fantasma manejada por ellos no tuviera una cobertura física real. Si dicen que eso es una pastelería, lo lógico es que haya dentro pasteles y un rótulo en la puerta con el nombre del establecimiento. No es el caso. Parece evidente que las instalaciones -inexistentes- no corresponden con una empresa que dice ejercer de intermediaria comercial con un montón de países, especialmente los de mayoría islámica. Hay algo que no cuadra. ¿Para quién y en nombre de quién se hacían esos negocios? ¿Era a título personal, en nombre de su partido o como intermediario del CNI?
Alguien tendrá que explicar qué consiguió en sus numerosos viajes a Libia o al Irak de Sadam Husein. Qué ofreció para ganarse la confianza de los hombres claves de esos países en los que parece que podía moverse como pez en el agua.
Considerando que la filtración sobre su pertenencia a los servicios secretos proviene de la cúpula del PSOE, lo sucedido más parece una intoxicación en la que por algún motivo que se nos escapa se sacrifica a un peón. Parece pescado podrido. Simple carnaza para la oposición y para la prensa. Una madeja enredada de apariencia apetitosa pero que probablemente no llevará a ningún lado.
AMOR CONFESADO POR ARAFAT
Huarte no ha ocultado nunca su amor por Arafat y por su causa.Proviene de finales de los 70 cuando Al Fatah no era el grupo relativamente moderado en que se convirtió con el paso del tiempo.Por el contrario, se trataba de un grupo terrorista muy activo, capaz de atacar un avión repleto de pasajeros en Roma o de cometer atroces atentados indiscriminados.
Huarte, un hombre que provenía de la Falange más radical adquirió de esa forma la pátina izquierdista y la aureola de combatiente antiimperialista que tantos réditos dio en esa época.
La Autoridad Palestina puso en muchas ocasiones de manifiesto su agradecimiento hacia Huarte y su partido por su actitud con el mundo árabe. La confianza en él llegó a tal extremo que en 1994 fue el encargado de buscar alojamiento a Arafat en Asturias y de servirle de enlace con el Principado cuando concedieron al rais el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia.
El día de la muerte de Arafat Huarte lloró a su ídolo con un artículo en el que lo caficaba como «uno de los mayores estadistas» de la Historia.
En los viajes que realizó al frente de su asociación visitó el País Vasco y coincidió allí con independentistas y radicales que defendían a los combatientes palestinos.
Según publica en La Nueva España Manuel Castro -un íntegro e inteligente periodista que desveló en su periódico las visitas de Huarte a Benesmail- el empresario español tuvo problemas con los israelíes con una partida de maquinaria para Palestina. Lo retuvieron en el aeropuerto de Tel Aviv durante varias horas y desviaron la excavadora que pretendía entregar a las autoridades palestinas hacia Jordania.
No es cierto el bulo que esparcen -bajo consigna estricta- los militantes del PSOE asturiano concediéndole a Fernando Huarte Santamaría una importancia menor en su organización. Técnicamente es cierto que en la actualidad es sólo un militante de base pero mi informador me comenta: «También Felipe González es un simple militante de base.»
Huarte formó parte de la ejecutiva local hasta enero de 2001, siempre de la mano de Vicente Alvarez Areces, el presidente de la Comunidad. El PSOE cambió su estrutura organizativa y disolvió el Comité Municipal de Gijón -al que pertenecía Huarte- en el año 2003. Pero las reuniones entre sus miembros para tomar todas las decisiones importantes continuaron.
Fue consejero de Emtusa, la empresa municipal de transportes.En la actualidad es representante del Ayuntamiento en Cajastur, lo que demuestra la absoluta confianza que el partido tiene en él.
UN AVISO PARA LAVANDERA
En Asturias continúa el desconcierto y la rabia por todas las informaciones que, una y otra vez, centran al Principado como el foco de todo lo relacionado con el 11-M. En medio de la vorágine del caso Huarte ha pasado desapercibida una noticia relacionada con el tema que sucedió en la mañana del sábado.
Francisco Javier Lavandera, el portero del club Horóscopo que denunció a la policía y a la Guardia Civil la trama de los explosivos, ha recibido lo que algunos próximos consideran como un aviso inquietante.
La noche anterior había dejado su coche cerca de su domicilio en Gijón, junto a una gasolinera. Los empleados de la estación de servicio, que conocen perfectamente a Lavandera y a su coche, se dieron cuenta por la mañana de que habían abandonado un paquete debajo del vehículo. Llamaron a la policía que se personó rápidamente con dos coches patrulla y agentes uniformados.
Después de observar el paquete se retiraron a una distancia prudente y llamaron a la central. Poco después llegó un policía de paisano, de gran envergadura -según los testigos- que sin más recogió el paquete y se lo llevó.
Los empleados de la gasolinera comentaron entre sí su extrañeza por la falta de precauciones que había tomado el último agente.También charlaron con preocupación sobre «lo poco que iba a durar» Lavandera.
EL MUNDO se puso en contacto por la tarde con el propio Lavandera, quien aseguró que nadie le había informado del incidente y agradeció la noticia que le estábamos proporcionando.
Nadie se explica por qué el PSOE se ha metido en el jardín de Huarte. Si se trata de un informador valioso, es evidente que su partido le ha pagado su servicio al Estado, seguramente arriesgado, con una puñalada.
Si no lo es, Huarte tendrá que explicar sus negociaciones comerciales con países radicales islámicos y tendrá que pormenorizar si los beneficios obtenidos eran para él o para el partido. Un mal jardín.A no ser que todo sea un señuelo para desviar la atención y ganar tiempo hasta que se cierre definitivamente la Comisión de Investigación del Parlamento.
Mi tío Fernando, un honorable médico pamplonés, me enseñó, cuando yo sólo tenía cinco años, a tratar de comprender a los grandes maestros de ajedrez. Su lección más importante era que nadie se deja comer una pieza por puro amor al contrario. Huarte ha sido un peón al que han sacrificado. Nos han regalado un importante titular. Debemos ponernos en guardia ante tanta generosidad.