¿De qué hablamos hoy?
Podríamos hablar de la carta que un tal Conthe, metiéndose en camisas de once varas, como buen socialista, envía a Endesa exigiéndole a sus administradores que renuncien a su derecho de defensa y dejen hacer a La Caixa.
Podríamos hablar de Narbona, que vuelve a contradecirse. O de ZP que dice que beber y fumar es de derechas (que en las cajetillas pongan: "Fumar provoca cáncer, puede matar y además es de fachas")
Podríamos hablar de las negociaciones del gobierno del talante con el terrorismo nacionalista vasco de la ETA y preguntarnos si este gobierno pretende pisotear la memoria de mil muerrtos.
Podríamos hablar de Patxi López, que pone al mismo nivel a ETA y al Gobierno -él sabrá por qué, no seré yo quién desmienta a Patxi- ("ambos tienen buena voluntad", dice el catedrático vasco) y va por ahí diciendo lo que tienen que hacer los jueces (¡viva la independencia judicial!)
Podríamos hablar de Maragall que ordena investigar inmediatamente qué salvajes agredieron el otro día a los de ERC, pero no ha ordenado investigar quién quema las sedes del PP o irrumpe en El Corte Inglés de Barcelona para tratar de agredir a Jose María Aznar. Fachas y frikis, dice Carod que son. Pues sí, señor. Pero los que agreden a su partido y los suyos que asaltan viviendas o van por ahí agrediendo.
Podríamos hablar de que un médico asesino tarda ¡¡¡7 años!!! en ser juzgado. (¿Esto es justicia inmediata?) ¿Cómo pueden tener la cara de hablar de justicia cuando para cualquier ciudadano acudir a los tribunales es un calvario de años y años?
Podríamos hablar de cómo ZP se inventa un sarao a-institucional llamado "Conferencia de Presidentes", que nadie sabe lo que es, y cómo se ha convertido en un chiringuito de reparto del dinero que tanto cuesta ganar, con su esfuerzo, a los contribuyentes. Para que luego los políticos se lo expropien y se lo gasten en estupideces. Porque señores, el dinero que ahora, bajo la excusa de la Sanidad, ZP regale a Maragall, se lo podrá gastar éste en lo que se le ocurra. No tiene por qué ser en Sanidad. Es más ¿creen que a esos sabios, tan preocupados por el Estatut y la Constitución, les importa un pimiento que la Seguridad Social sea una porquería, con listas de espera interminables?
Podríamos hablar de la subida de impuestos de todo tipo que pretende perpetrar ZP. Y de cómo quiere maquillarlos con una reforma del IRPF que baja el tramo ¡¡¡a las rentas más altas!!! (esto a los de IU les debe de encantar; vamos a bajar el IRPF a Polanco), mientras mantiene el 15% para las rentas más bajas. Nada de tramo único... en fin.
Podríamos hablar acerca de cómo, con esta generosidad gubernamental, el Estado va a la quiebra. Luego, cuando no cobren ni pensiones, ni paro... que nadie se asombre o se indigne.
Podríamos hablar cómo ZP pacta con sus Ministros el cese de sus subordinados (en este caso, Gómez Arruche). Sólo falta que vaya saliendo el motorista.
O podríamos hablar de la frase más acertada que he leído hace tiempo. La pronuncia en "Epoca" esta semana, ALejo Vidal Cuadras. ."Si el Estatut se aprueba, el Rey debería abdicar". Porque podríamos hablar de para qué queremos un Rey, salvo para salir en el Hola e irse por ahí de cacería.
Podríamos hablar del circo que ZP quiere montar esta semana en la ONU, con su famosa Alianza de civilizaciones que sólo se tragan los memos.
Podríamos hablar de la defensa de demócratas como Castro o Chávez que hace nuestro presidente (porque aunque él sólo gobierno para los suyos, es el presidente de todos)
Podríamos hablar de las detenciones ilegales perpetradas bajo este gobierno del talante.
Podríamos hablar del incendio de Guadalajara y la negligencia guberrnamental que ha hecho que los retenes de Guadalajara estén haciendo ayuno. O podríamos hablar acerca de que aún no sabemos por qué cayó el Cougard, pero a Bardem y sus amiguetes, les da igual.
Podríamos hablar de la LOE que pretende meter con calzador, sin satisfacer ni a padres, ni a profesores ni a alumnos, el Gobierno. Una ley que incide más aún en la gloriosa LOGSE, la del 30% del fracaso escolar. La que genera analfabetos funcionales. La que no premia el esfuerzo. La que permite pasar curso con 4 cates. La de la violencia en las aulas. La escuela como parking. La escuela comprensiva, ya desechada en todos los países serios, como Gran Bretaña.
Podríamos hablar de cómo, mientras debaten si la religión católica se podrá ofertar en los centros, han empezado las clases de religión musulmana. (¿Notan la incoherencia y el sectarismo?)
Podríamos preguntarnos qué soluciones propone para acabar con todo este déficit democrático (y soy generosa) el socialdemócrata PP. Porque va siendo hora de empezar a oir remedios. Complicada está la cosa.
Desmontar todo el régimen no debe ser nada sencillo. Por eso Aznar no entregó los papeles del CESID. Rendición.
¿Se rendirá también, si llega al Gobierno, Rajoy? Es la gran incógnita.
Pero ¿para qué hablar de todo ello?
Mejor preguntémonos: ¿Es esto una democracia? ¡Já!
¡Viva la monarquía bananera!
