¿Qué pretende Rajoy?

Podríamos haberlo titulado también, ¿qué pretende Losantos?

Todo comenzó con una entrevista a Gallardón en ABC. Patética por cierto. En dicha entrevista el Alcalde Madrid pedía respeto para jueces y fiscales. Eso, respeto y sobre todo piedad. Porque lo que hay detrás de su escarceo con Zarzalejos (el nuevo pinche de Polanco) y las tesis de Ferraz no es otra cosa que la corrupción de su gobierno. La que está destapando El País.

Si durante años el nepote, y apadrinado de Fraga, se ha creído por encima del bien y del mal porque la izquierda lo veía como moderado. Pudiendo así pasear con total impunidad a sus amigos por la Comunidad para que pescaran en su embalse madrileño. Como hizo con Javier Merino (marido de Mar Flores) cuya empresa de organización de eventos y fiestas se vió beneficiada por multimillonarios contratos publicitarios en detrimento (aparente) de grandes multinacionales del sector. Es la historia del pez pequeño que se come al grande, pero sólo porque así lo quiso el dueño del embalse. Ahora, sin embargo los socialistas ven la posibilidad de arrebatarle la Alcaldía, y dan por perdida la Comunidad de Madrid. Por ello, han orquestado una campaña de acoso y derribo a su Concejal de movilidad Pedro el Calvo que no manco. Lo malo es que -pensará Gallardón- cuando se entra en las cloacas nunca se sabe lo que se puede encontrar; los túneles están todos conectados unos con otros.

Así, la clave de la entrevista en ABC, no es otra que suplicar piedad a El País y prometer volver al redil centrista (es decir a lo que diga Polanco) durante lo que queda de legislatura. Y además le garantiza a los socialistas que "me voy, me voy, no os metáis conmigo que me voy". Sabedor de la tranquilidad de los pastos prisaicos, prefiere mostrar su docilidad y dejar el camino expédito a otros.

Sin embargo, como a río revuelto ganancia de pescadores, entra en escena un nuevo concursante que pretende cambiar toda la tramoya: Jiménez Losantos. Tras deleitarnos en su columna casera de Libertad Digital con un supuesto golpe blando en el PP, en el transcurso del cual Rajoy más o menos debe cruzarse de brazos y aceptar estoicamente la ascensión de Gallardón de la mano de Aznar. ¡Lo que hace un buen botellón! Y hoy nos deleita con una información extraída de Europa Press en la que dirigentes del PP interpretan la entrevista de Gallardón como una jugada para hacerse con el delfinato de Rajoy. Así reza Libertad Digital:

El partido que preside Esperanza Aguirre interpreta, según Europa Press, que dar por hecho que Ana Botella será su número dos y, poco después, ofrecerse a Rajoy no es fruto de la casualidad.

No sé qué partido será ése, quizás se refiera al que todavía hoy Preside Rajoy. Si es que a algunos se les vé el plumero con demasiada facilidad.

Con arreglo a las teorías de Losantos, que trata de alertar y escandalizar a los afiliados del PP, Rajoy estaría abducido por Gallardón, además de ser un blandengue, y existe el peligro de caer en las redes del centrismo moderado de Polanco. Quién mejor para desenladrillar este cielo enladrillado, sino la "liberala" número 1 del Partido, Dª Esperanza Aguirre, que goza de una imagen de firmeza tatcheriana entre los afiliados y simpatizantes del PP.

Se olvida Losantos de que Rajoy no es tan tonto, aunque ya debe saberlo, ya que Libertad Digital ha visto recompensado su amor por el Presidente del partido con una creciente predilección por otros medios como Periodista Digital. Pero, claro, cuando se juega a minar el campo se corre el riesgo de quedarse en el banquillo.

No duden que Rajoy es el candidato idóneo, además de ser el candidato de Aznar y del PP; jugar al "quitáte que me pongo yo" es absurdo y mezquino. España no necesita otro Polanco; España necesita volver a la normalidad. Y eso es Rajoy, alguien muy normal.