"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

viernes, octubre 07, 2005

Alerta en Nueva York




Los terroristas islámicos dispuestos de nuevo a golpear el corazón de norteamerica. El Alcalde Michael Bloomberg advierte a sus conciudadanos por televisión que existe una amenaza específica en los próximos días para el metro de la ciudad.

Para escuchar el audio de la policía, pincha aquí.

Las alarmas saltaron en Irak tras el arresto de varios terroristas islámicos en el llamado triángulo de la muerte. El FBI tiró del hilo y en pocas horas descubrió las intenciones de los fanáticos de cometer un gran atentado en Nueva York.

Mientras en España no nos queremos enterar y preferimos creernos las mentiras del gran felón Zapatero, los useños lo tienen claro y se pertrechan con su mejor arma: una inquebrantable fe en sus valores y su nación.

Bush le recuerda al mundo que los fundamentalistas pretenden imponer un imperio islámico desde España a Indonesia. No lo dice sólo Bush, lo dijo tras el 11-S Bin Laden, quizá a ése nuestros filoislamistas sí le crean.

No puede haber equidistancia frente al terrorismo. Esa búsqueda del término medio. La verdad no es el punto medio entre lo que dicen unos y lo que dicen otros. Esa pereza intelectual que parte del relativismo moderno y de grandes dosis de cinismo y mezquindad es el arma principal con que cuentan los fundamentalistas. Esa simbiosis entre el progresismo facha y el pensamiento totalitario de los islamistas es la mayor preversión que ha cometido Occidente. Es la viva imagen de Cronos fagocitando a sus propios hijos. El suicidio de Occidente en nombre de unos valores que no son los suyos es el crimen más perverso y cruel jamás imaginado por el hombre blanco. Quien así piensa, quien así vive, no merece la libertad ganada con la sangre de muchos valientes muertos en el campo de batalla. Muertos para defender incluso su derecho a gruñir como cerdos desde sus sofás o detrás de una pancarta contra todo lo que representa esa sociedad que tanto odian. Estamos en guerra, y en la guerra sólo hay amigos y enemigos. No cabe la neutralidad en la guerra contra el terror.

Si España y los españoles no reaccionamos acabaremos convertidos en una República islamofascista o, lo que no es más halagüeño, en la República nacionalsocialista de Catalonia o en la Republiquetta de ETAlandia. Rajoy se está descubriendo como el líder que necesita España. Ahora los españoles debemos demostrar que somos capaces de defender nuestra patria y los valores de Occidente.

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