Haciendo amigos

Al señor Moratinos le debe estimular el apetito el invitar a los islamistas a compartir tribuna desde la que lanzar sus invectivas en contra de la civilización occidental. La Alianza de Civilizaciones de Zapatero ya tiene un nuevo amigo: Tarik Ramadán. Este nieto de Hassan-Al Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes, organización embrión del fundamentalismo moderno, es acusado de incitar a los jóvenes musulmanes a abrazar el radicalismo islámico y expandir el odio hacia occidente. Tiene prohibida la entrada en Francia y EEUU. De él dicen los islamólogos más moderados en webislam que tiene un discurso sutilmente engañoso:

Pues pasados los primeros entusiasmos, el “discurso ramadien” debe hacer frente hoy en día al ataque de un colectivo: los musulmanes liberados denuncian la “sutilitat” de su pensamiento y lo acusan de tener “un doble discurso”. La crítica más argumentada viene de los islamólogos y los sociólogos del Islam. Para Rémy Leveau, Tariq Ramadan es un “neofundamentalista moderno” (“débats”, febrero del 2000); para Olivier Roy, es un “comunitarista” (Esprit, enero 1998); Franck Frégosi ve en su discurso “los nuevos ropajes de una vieja retórica” (Chemins de dialogue, nº 14, 1999); y Leila Babès lo acusa de “introducir en la religiosidad de los musulmanes un discurso normativo construido y elaborado a posteriori” (Islam de France, nº 8, octubre del 2000). Incluso el Padre Delorme, que fue unos de sus primeros apoyos, se distancia: “Me pregunto si el discurso de Tariq Ramadan, que constantemente desprecia la cultura occidental, va en el sentido de una real integración de los jóvenes”.

Ramadán se ha ganado con su discurso pretendidamente multicultural un sillón de honor en el foro Encuentro Atman 2005, presidido por la esposa del prisaico Cebrián, María Teresa Aranda. Gustavo de Aristegui, portavoz del PP de exteriores, que se ha negado a asistir al encuentro previsto a puerta cerrada (vivan las encerronas) por la Fundación Atman, ha calificado a este sujeto de "responsable de la radicalización de la juventud musulmana, heraldo del odio y el terror" y comparándole con los nazis y estalinistas en tanto que, en sus palabras, "promovieron en el pasado el genocidio", mientras que Ramadán es "una persona que declaró que el 11- S eran objetivos legítimos". En su libro "el islamismo contra el islam" (ed. sine qua non) Arístegui nos relata los cinco mandamientos obligatorios de los Hermanos Musulmanes: "Dios es nuestra meta, el Profeta nuestro modelo, el Corán nuestra ley, la yihad nuestra vida, y nuestro deseo es el de ser mártires". Se van haciendo una idea, ¿no?


¿Esperaban otra cosa de la Alianza de Civilizaciones más allá del compadreo con el enemigo? No, si Dios los cría y ellos se juntan... ¿No sería el 11-M el hijo predilecto de esta farsa?