Por fin una buena noticia
Esperanza Aguirre suprime a partir del 1 de enero de 2006 el Impuesto de Sucesiones entre padres e hijos y entre cónyuges.
Esta sí es una buena medida de protección de la familia.
Otros pretenden que los padres trabajen, no por el bien por sus hijos, sino por el bien de la nomenklatura.
Bastante nos roban ya con eso de castigarnos por trabajar.
Sobre el asunto ese del Ministro intervencionista y estatalista que quiere que Andalucía no derroche (¿qué es derrochar?) en aire acondicionado con 45 grados a la sombra, gran post aquí.
Este marxista trasnochado ahora pretende atacar a la familia y las clases medias y bajas, cuadruplicando la factura de la luz.
Ya saben los millonarios podrán tener aire acondicionado, que total, les da igual la factura. Y ustedes y yo, gente normalita que vive de una nómina, a pasar calores. ¿Esto no es para volver a salir a la calle? Seguro que algunos empiezan a pedir subvenciones para cajas de cerillas y velas.
Porque luz, lo que se dice luz, o calefacción, no la van a poder pagar. Y digo yo ¿seguirán pidiendo socialismo desde las cuevas iluminadas con velas?
Y no me vengan con Kyotos o abusos que a ver quién es el Estado para decidir quién derrocha y quién no. ¿Saben que una familia numerosa consume mucha más luz que un soltero por motivos obvios?
Todo esto no es más que marxismo del siglo XX.
Eso sí, Montilla tendrá aire acondicionado, chófer, calefacción a tope en el Ministerio y hasta mayordomo. Es la nomenklatura socialista.
Carta de Irene Villa a Rodríquez, aquí.