"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

sábado, noviembre 05, 2005

Schlichting y el arte de la guerra




Decía Sun Tzu, en su libro El arte de la guerra, que la cólera y la codicia son las causas fundamentales de la derrota. Así, el que vence es el guerrero desapegado, reservado y que no se deja dominar por las emociones, y no el exaltado que busca venganza, ni el ambicioso que busca fortuna.

Me dirán ustedes que qué tiene que ver todo esto con Crisitina. No es que me recuerde una amazona, quizá más bien una walkiria de sonrosadas mejillas. Ya nos tenía acostumbrados a sus escandalosos aspavientos en contra del ejercicio de la libertad de expresión, baste recordar el lamentable episodio de sus insultos a la web Grupo Risa a la que tildó de pornográfica. Lo peor es que involucre a la cadena COPE, adalid de la libertad en las ondas, en espectáculos tan bochornosos y liberticidas como el que se vivíó el jueves en antena. Si a Carlos Díaz no le gusta el buen vino, pues que siga tomando la cicuta nazionalista y rasgándose la sotana con sus complacientes arcadas gubernamentales.

Afortunadamente, la COPE se ha apresurado a desmentir que vayan a despedir a su colaborador, ya habrá tiempo para que se vaya por pura coherencia con sus ideas.

Dicen que el que se pica, ajos come; y, que no hay -que me perdonen mis amigos de Sefarad la expresión, pero son los viejos tics del acervo de una tradición nacional judeófoba- peor judío que el converso. El problema de la libertad, Cristina, es que no siempre te favorece y, en ocasiones, te toca incluso lidiar con ella. Es precisamente una de las taras de la izquierda, que para ellos la libertad, la democracia, la justicia, son siempre unidireccionales.

Para escuchar el audio pinche en el enlace, aunque no nos hacemos responsables de su supresión (es broma, claro. Esas cosas sólo suceden en la SER.).

A todo esto, no vayan ustedes a pensar. Con él me levanto y, no puedo decir que me acueste, porque ni me va ese rollo, ni sería mi tipo, pero sí sueño con "Losantos y cierra España" cortando cabecitas prisaicas.

El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios:

Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.
El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.


Digamos que: "En esencia el arte de la guerra es el arte de la vida"; gran lección que nos brindó este general chino.

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