"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

sábado, enero 20, 2007

ETA, Cuba y prensa rosa.

En Libertad Digital nos cuentan las cuatro detenciones de los dirigentes de Jarrai (organización terrorista). Cuatro monos más a la jaula. ¡Olé!


En El Mundo relatan que Chávez anda ya diciendo que el criminal Fidel Castro será igual de inmortal que el criminal Ché Guevara. Vamos, que está a punto de pasar al otro barrio. O sea, que dentro de un tiempo las descerebradas víctimas de la LOGSE llevarán camisetas con la cara del asesino cubano y se pensarán que fue una gran persona.






PRENSA ROSA


¿Y la noticia del momento en el mundo del corazón? No, no va a ser que según un polígrafo la tal Cristina Rapado nació hombre. No. Tampoco la agresión que ha sufrido "Tamara la mala" (como se llame ahora) en pleno centro de Madrid. No.

La noticia es que durante años Mar Flores estuvo largando a periódicos, como El Mundo, que su ex marido, Carlo Constanza Di Castiglione, padre de su hijo Carlo, era un tipo violento, medio loco, que la intentaba tirar por una ventana. Vamos, un maltratador en toda regla. Durante años el hombre fue humillado y difamado. A tal punto llegó la cosa y tal es el embrollo político-financiero que parece haber en el asunto, que el entonces Presidente de la Comunidad de Madrid, señor Ruiz Gallardón, se permitió el lujo de enviar una carta al Tribunal de Justicia de Turín (Italia) avalando a la modelo en el juicio por la custodia de su hijo.

Y es que Mar estaba ligada por aquél entonces a un tal Fernández Tapias -el lío sentimental con la modelo le supuso un divorcio multimillonario-.

Posteriormente Mar tuvo sus más y sus menos con un tal Lecquio (las fotos de ambos en la cama muertos de la risa que publicó Interviú fueron un escándalo en su momento) y, luego, con un tal Cayetano Martínez de Irujo, que según parece prefiere olvidar aquella etapa "terrorífica" y de "ciencia ficción" de su vida.

Hasta casarse con su actual esposo, el también millonario Javier Merino, con el que ha tenido dos hijos.

Pues bien... durante 15 años se nos ha vendido que Carlo Constanza era un maltratador. Tal cual. Y hace unos 10 días el personaje en cuestión de sometió a la prueba del polígrafo (ese aparatito que tiene un 95% de fiabilidad y que en USA sirve como prueba de descargo) en un conocido programa de Telecinco.

El resultado, la repera: no sólo no maltrató jamás a Mar Flores, sino que ésta le corneó con su actual esposo. Por cierto, que según se contó en ese programa, la modelo le pedía a su esposo poder estar al mismo tiempo con él y con su amante (que, por cierto, era su actual marido).

Y Mar no se habría intentado suicidar cuando ingresó en el hospital en plena crisis con Cayetano Martínez de Irujo, sino que -siempre según Carlo- habría ingerido una sobredosis de drogas.

Y el arzobispado de Madrid (Mar Flores obtuvo la nulidad matrimonial) habría emitido un informe psicológico sobre Carlo, en el que se le tilda de persona violenta, sin tan siquiera haberlo visto.

Pues está de suerte Carlo Constanza. Si llega a estar aprobada en esos momentos una ley sexista como la que tenemos ahora en España hubiera dado con sus huesos en la cárcel. Ya sabéis... lo de "El varón castrado".


En fin... que con este tema hay de sobra para cotillear. Política, famoseo, poder financiero, Iglesia y títulos nobiliarios. Como para hacer una teleserie.


Enlaces relacionados

¿Qué es el polígrafo? ¿Es fiable el polígrafo?( Universidad Autónoma de Madrid, departamento de Psiquiatría)

Vídeo de Dolce Vita (Telecinco)

Cayetano, caballero o villano (El Confidencial)

Este blog no se hace responsable de los contenidos vertidos en la sección de comentarios. Las IP de las personas que participen en dicha sección quedarán recogidas en el sistema de comentarios Haloscan habilitado en la bitácora y serán puestas a disposición, si así fuere requerido, a disposición de las autoridades judiciales. Además podrán ser publicadas, pero siempre, y en cumplimiento de la Ley de Protección de Datos, sin añadir ningún otro dato de carácter personal que haga identificable a la persona que ha utilizado dicha IP.