La jugada maestra
Siempre le he reconocido una cosa al PSOE: la capacidad estratégica de aprovechar cualquier situación para sacar votos. Justo al contrario del PP, que suele fallar a la hora de contar sus logros, el PSOE ha sido tradicionalmente un experto en vender motos (averiadas casi siempre). En ese virtuosismo considero un aventajado al actual ministro Rubalcaba.
Tengo que admitir que una vez más me han sorprendido: la jugada de hoy ha sido de oscar. Cuando toda España se indignaba contra un Zapatero noqueado que no se atrevía a romper definitivamente con ETA en virtud de no se sabe qué oscuros pactos, cuando los adeptos (casi habría que decir, "adictos") al régimen se desangraban defendiendo sin aliento aquello del proceso "largo, duro y difícil", salen Pepiño y luego Rubalcaba y dicen que sí, que vale, que el proceso está roto, liquidado, Kaputt, siniestro-total.
Han pillado a todo el mundo con el paso cambiado. Los adeptos rápidamente cambiarán la espada de mano y empezarán a gritar aquello de "ETA no, bases fuera" (o lo que se tercie que haya que gritar) y la oposición, o sea, el PP, tendrá que convocar maitines urgentes a ver que postura toma. Porque lo de menos es que la declaración de ruptura la haga Zapatero o la señora de la limpieza, lo importante es que, de pronto, el día 2 de enero de 2007, el PSOE ha aceptado lo que la sociedad (no sólo el PP) le venían pidiendo desde 2004: que cerrara una negociación mal planteada, construida sobre bases ilusorias y pésimamente gestionada. El PSOE ha reconocido (implícitamente) su error, ha pedido perdón por su torpe gestión y ha anunciado la vuelta al consenso democrático y la lucha contra el terrorismo.
Es una jugada maestra, no sólo porque ha pillado una vez más al PP con el paso cambiado, sino porque de esa manera, aunque tenga que asumir el coste electoral de la mala tregua (a fin de cuentas a Aznar también le engañó ETA y luego sacó mayoría absoluta) pero a cambio desactiva la principal crítica del pp de esta legislatura y ganará sin duda apoyos con la vuelta al pacto antiterrorista y al apoyo a las víctimas. Pero sobre todo, de esta forma, Zapatero destierra el fantasma de la traición que pesa sobre su cabeza, despeja la sospecha que muchos albergábamos de que no rompía con ETA porque no podía, lo cual -a mí personalmente- me deja mucho más tranquilo. Como dice el editorial de El Pais de hoy, ETA se ha equivocado creyendo que el atentado era un paso más de la negociación y Zapatero, que está libre de compromisos y ataduras, ha hecho muy bien rompiendo con ETA y volviendo a la cordura.
Porque digo yo que eso es así ¿no? que aunque Zapatero esté en Doñana de camping, no va a contradecir a Rubalcaba y Pepiño y el Pais, no se va a liar la manta a la cabeza y a pretender el solito, "sin calor de nadie y sin consuelo", mantener un proceso que su propio partido y su principal apoyo mediático dan por muerto ¿no?