"Creo que en cualquier época yo habría amado la libertad, pero en los tiempos que corren me inclino a adorarla" (Alexis de Tocqueville)

jueves, febrero 09, 2006

Raquel Mosquera.

Estoy indignada. Y mucho. Indignada y cansada de ver cómo esos pseudo-periodistas, que a todo se atreven (incluso a leer en los labios de una enferma que se asoma a la ventana de una habitación de hospital) se pasan el día ejerciendo de juez y verdugo. Y cosechando, gracias a su carroñerismo barato, increíbles niveles de audiencia, imposibles de alcanzar en una sociedad que no estuviera moralmente enferma.

La señora Mosquera, independientemente de que venda o no venda y otros compren o no compren, sufre una grave enfermedad mental. Se llama esquizofrenia. Y es una enfermedad que impide a la persona diferenciar las experiencias reales y las irreales, pensar de manera lógica, tener respuestas emocionales normales ante los demás y comportarse normalmente en situaciones sociales, y que normalmente no es entendida ni tan siquiera por los más allegados al enfermo. Estos enfermos sufren delirios de grandeza, manía persecutoria, alucinaciones auditivas... Y, sí, tienen comportamientos extraños. Porque están enfermos. Y creo yo que la enfermedad merece un respeto.

Son los mismos periodistas que llevan ya más de diez días riéndose de esta enferma e incluso llegando a insinuar en algún programa basura de Telecinco que la enferma ha tenido que ser ingresada por consumir "sustancias". Otros canallas han llegado a insinuar que todo sería un gran montaje. Los mismos que no respetan ni la intimidad de un enfermo. Los mismos que tratan de analizar en programas estúpidos si los comportamientos de Raquel son normales o no. Los mismos que arremeten contra su familia. Los mismos que ahora especulan sobre la posibilidad de si va a vender o no una exclusiva (que es posible que venda, cosa que a mí me importa un bledo, y si ella vende es porque otros compran. Pero sigue siendo una persona enferma.). Simplemente porque les importa un bledo de qué va su enfermedad.

A tal punto llega la cosa que la revista Diez Minutos, cuenta que Raquel va a vender una exclusiva, y que estaría "muy recuperada" de su enfermedad. ¡Cuánta ignorancia! Y publica, cómo no, las vergonzosas fotografías obtenidas detrás del cristal de la ventana de su habitación. Como si fuera un mono de feria a exhibir. (En este punto hay que resaltar que un programa de la misma cadena que robó esas imágenes y jugó al periodismo de investigación leyendo de los labios de la enferma sus frases inconexas -Salsa Rosa- no quiso emitir estas imágenes por vejatorias. Chapó.)

Lugar destacado entre la basura merece la energúmena que afirma en su web que la enfermedad de la Mosquera sería consecuencia de su matrimonio con el nigeriano que no sé ni cómo se llama. Cito textualmente:

Si que es conveniente conocer algo de la cultura nigeriana, un país con mayoría musulmana, tan alejada de la nuestra. Estos jóvenes que vienen hasta aquí para ganarse la vida tienen familias muy extensas, y ellos "tienen" la obligación de asistir a todo el clan una vez que han logrado rehacer su vida en España. Y eso es lo que sucece con Tony. Desvía dinero del ganado en España, a pesar de que aquí no se le conoce ocupación oficial alguna, y lo invierte en su caótico país donde los precios y la mano de obra nada tienen que ver con las mil Españas. Y eso ha trastornado a la peluquera, hasta el extremo tan patético que hemos llegado a ver


Como ven todo rebosa seriedad. Y rigor científico.

Son los mismos que no han aprovechado esta circunstancia para hacer el bien. A saber, explicar a los ciudadanos que las enfermedades mentales como la esquizofrenia son graves y requieren tratamiento. Que los esquizofrénicos debidamente tratados no son ni peligrosos ni "locos" y que deben de tener la misma aceptación social que, afortunadamente, tienen los enfermos de cáncer o Sida. No cuentan que la esquizofrenia es una enfermedad muy seria y que suele ser difícil de comprender incluso para los más allegados al paciente. Tampoco han denunciado que nuestro sistema de Salud Pública deja prácticamente desamparadas a quienes sufren este tipo de enfermedades.


Al reirse de Raquel Mosquera, al analizar sus comportamientos "raros", al exponer su enfermedad de forma vejatoria en programas y revistas, están contribuyendo a alejar aún más a estos enfermos de los ciudadanos. En realidad se están riendo de cuántos tienen la desgracia de sufrir alguna enfermedad mental grave. Están haciendo un grave daño a todos estos pacientes.

Raquel Mosquera tiene una enfermedad mental, pero los pseudo-periodistas estos (ojo, que hay excepciones) tienen una grave enfermedad moral.

A estos sinvergüenzas, que se creen defensores de causas nobles cuando no son más que mierdas, les da todo igual. Lo importante es su share.

En este blog yo jamás me había sumado a boicots. Pero ahora voy a pedir uno: boicot a los programas, webs y revistas del corazón. Por inhumanos. Por mierdas.

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