Los anarcochorras
Dice un viejo proverbio que "lo perfecto es enemigo de lo bueno". Y eso es lo que les ha pasado a los anarcocapitalistas, que han querido perfeccionar tanto a sus maestros que se han pasado de la raya. Es lo que les suele pasar a los malos imitadores. Todo lo que no comulgue con sus ideas es puro socialismo o conservadurismo, cuando en realidad se están apropiando de conceptos que no reflejan la realidad, en esto siguen la metodología de Gramsci, y se autodenominan "liberales".
Aquí hemos denunciado en alguna ocasión al gran Houdini del anarcocapitalismo, el resucitador de muertos, Rothbard. Alumno tonto de Mises, y, desgraciadamente, fundador del Instituto Ludwig von Mises. Con amigos como éste, ¿para qué se quieren enemigos? Toda su teoría se basa en que el Estado es malo y en consecuencia debe desaparecer. Sus émulos no entienden ni de política, ni de derecho.
Afortunadamente, Mises era jurista además de profundo pensador de los sistemas económicos. En su libro "El socialismo", publicado en 1922, en donde anticipa pormenorizadamente las causas del fracaso del socialismo y su incompatibilidad con los sistemas democráticos, nos dejó claras las funciones que incumben al Estado al que considera imprescindible para mantener la paz social entre los individuos.
¡Qué pena que los falsos apóstoles de Mises estén restregando su imagen por las majaderías del anarquismo utópico!
Aquí hemos denunciado en alguna ocasión al gran Houdini del anarcocapitalismo, el resucitador de muertos, Rothbard. Alumno tonto de Mises, y, desgraciadamente, fundador del Instituto Ludwig von Mises. Con amigos como éste, ¿para qué se quieren enemigos? Toda su teoría se basa en que el Estado es malo y en consecuencia debe desaparecer. Sus émulos no entienden ni de política, ni de derecho.
Afortunadamente, Mises era jurista además de profundo pensador de los sistemas económicos. En su libro "El socialismo", publicado en 1922, en donde anticipa pormenorizadamente las causas del fracaso del socialismo y su incompatibilidad con los sistemas democráticos, nos dejó claras las funciones que incumben al Estado al que considera imprescindible para mantener la paz social entre los individuos.
El anarquismo no teme el desorden de la anarquía, pues cree que los hombres, aun sin verse constreñidos, se unirían para concertar una acción social común [como Rothbard en su "Ética de la Libertad"] ....En sí mismo el anarquismo no es liberal ni socialista, pues se mueve en otro plano.... El contenido y amplitud del orden legal difieren en el liberalismo y en el socialismo, pero ambos reconocen su necesidad. Si el liberalismo restringe el campo de la actividad del Estado, ello no significa que discuta la necesidad de un orden jurídico, pues no es antiestatista, ni considera al Estado siquiera como un mal necesario.
¡Qué pena que los falsos apóstoles de Mises estén restregando su imagen por las majaderías del anarquismo utópico!