CONDENADOS POR EL CASO BONO
Aunque vendrán voces más autorizadas que yo, e igual me solapo con algún otro post mientras redacto esto, no me resisto a poner un comentario sobre la noticia. Los policías y el comisario responsables de las detenciones ilegales por la falsa agresión a Bono en la manifestación de la AVT han sido condenados a penas que oscilan entre los 3 y los 5 años de cárcel, por los delitos de detención ilegal y falsedad documental.
La detención ilegal, que es el mismo delito que el secuestro, cometida por funcionarios públicos, es un hecho gravísimo tanto desde el punto de vista jurídico como político. Supone la violación de uno de los derechos fundamentales más sagrados. La policía tiene, por mandato de la constitución, la potestad en su mano de privar de libertad durante un máximo de 72 horas a cualquier ciudadano sin la autorización previa de un juez. Dicha potestad es necesaria para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos pero debe ser administrada ajustándose a la legalidad y con respeto a los ciudadanos, cuya inocencia se presume.
Más complicado resulta entender la trascendencia del otro delito por el que han sido condenados: falsedad documental. En España la investigación de los delitos no la realiza el Fiscal, como en otros paises, ni el Juez (aunque lo diga la ley). La investigación de hecho la realiza, por su cuenta, la Policía, quien solicita al Juez las autorizaciones pertinentes y presenta sus resultados cuando termina la investigación. En la práctica el Fiscal y el Juez confían en la Policía y asumen -salvo excepciones- los resultados de las diligencias policiales.
Normalmente el sistema funciona: la Policía cuenta con grandes y honrados funcionarios que realizan investigaciones impecables, las cuales -si no son rebatidas por la defensa- se trasladan casi literalmente a la Sentencia. Normalmente las impugnaciones que se realizan a la investigación policial tienen poco futuro: se presume que la policía es imparcial, profesional y ajena a todo interés distinto del legítimo, se presume...
Por eso llevo tanto tiempo diciendo que este proceso, y su posterior condena, es importantísimo y gravísimo. Es absolutamente improbable que un Juez procese a unos policías y a un comisario, porque rompe con la confianza mutua entre ambos organismos y es totalmente inusitado que se llegue a condenar a los funcionarios policiales. No es extraño que la defensa, desesperada, trate de enturbiar la acción policial (no digamos los etarras que por sistema denuncian torturas). Yo, personalmente, he visto informes de la policía firmados por agentes distintos de los que estuvieron presentes y los jueces no suelen darle mucha importancia a las irregularidades formales de la policía...
El asunto es gravísimo porque se trata de una malversación de un instrumento público tan delicado y esencial como la detención policial que se pone al servicio, no de los intereses generales, sino de los intereses de un partido y de unos políticos concretos ("si el ministro dice que hay agresión, hay agresión")
Pero además es gravísimo porque esta comisaría, regida por el delincuente Rodolfo Ruiz, fue la misma que encontró la providencial mochila nº 13 del 11-M, aquella que no detectaron los perros ni los TEDAX en los trenes. Que pasearon en furgones sin medidas de seguridad por medio madrid, la que dejaron amontonada, sin precaución, en IFEMA... la que descubrieron por "casualidad" algún tiempo después de que lo dijera la SER... la que llevó a las tarjetas de AMENA y a los moritos... y a la verdad oficial del 11-M y a la victoria, por ende, del PSOE en las urnas...
Y si la investigación de los delitos descansa, de hecho, en la labor policial y los investigadores del 11-M se han revelado falsificadores, mentirosos y delincuentes pro socialistas... ¿qué confianza esperan que tengamos en la extraña e irregular investigación del 11-M? Espero que el Juez del Olmo y la fiscala tomen buena nota.
